Era un viejo rito hacia la fertilidad del corazón,
con esto Ella lograba estar en permanente gestación de sentimientos, los
gestaba y los paría, a través de dos pupilas. Los iba ofreciendo al mundo como
ofrenda, los daba en adopción permanente o sólo los dejaba cuidando mientras
tanto.
El rito consistía en quedarse quieta
contemplando.
Veía niños que hablaban con sus maestros
invisibles, que sonreían a los adultos en actitud de complacencia y compasión,
de ellos fecundaba la humildad.
Veía hombres empujando sueños en una carreta
que luego vendían a bajo precio, sentía la impotencia de esos brazos
fortalecidos por el cansancio y de ellos gestaba valentía.
Se conmovió con mujeres que ofrecían su pan y
su sonrisa a pesar de la carencia de alimentos y su hambre de caricias, de
ellas, de todas y cada una de ellas incubaba la bondad.
Así el
mundo se le iba transformando en permanentes latidos, y su mirada palpitante se
depositaba en todos los rincones no vistos.
La llamaron ingenua, pero no comprendió el
significado de esas palabras, no lograba escuchar, sólo observaba. Siempre supo
que el origen del lenguaje reside en el cuerpo entero, en la danza de las
manos, en los perfiles y en los cautivos monólogos internos.
La llamaron
loca y parió una sonrisa, no porque comprendiera, sino porque le atrajo la
sentencia de esos ojos cuando la miraron.
Y seguía
contemplando, entre los ecos, en medio del ruido incesante de las imágenes cotidianas, seguía sintiendo.
2 comentarios:
Ella siempre verá, y quizás la sigan llamando loca, pero jamás dejará de sentir
Ella, de no existir habría que inventarla mi querida CasSandra :)
Tus ausencias no las llena nada, pero si regresas con estas "sensaciones" merece la pena esperarte siempre.
Abrazos por kilos (para tener de repuesto) :)
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