"No te me mueras. Voy a pintarte tu rostro en un relámpago tal como eres: dos ojos para ver lo visible y lo invisible,una nariz arcángel y una boca animal, y una sonrisa que me perdona, y algo sagrado y sin edad que vuela de tu frente,mujer, y me estremece, porque tu rostro es rostro del Espíritu.
Vienes y vas, y adoras al mar que te arrebata con su espuma, y te quedas inmóvil, oyendo que te llamo en el abismo de la noche, y me besas lo mismo que una ola.
Enigma fuiste. Enigma serás. No volarás conmigo.
Aquí, mujer, te dejo tu figura."
RETRATO DE MUJER
Gonzalo Rojas



miércoles, 12 de marzo de 2014

XXVI

“Te sigo queriendo, como el primer día 
Con esta alegría, con que voy viviendo 
Mas con el relevo, de las cosas idas 
En la expectativa, de los logros nuevos…”

Él toma su guitarra, Ella bebe de su voz tantos recuerdos. El primer acorde, el primer temblor y se reconocen dos antiguos niños columpiándose en el mismo vuelo.

“Te sigo queriendo, valga la osadía, 
Con la garantía, de mis pobres sueños 
Es decir, me empeño, porque todavía 
Vive el alma mía, de seguir creyendo 
Como el primer día, como el primer beso 
Y el primer exceso de melancolía…”

Él toma el tiempo entre sus dedos, consiguiendo en un solo rasgueo mezclar pasados, presente y todo lo venidero. Relativiza la pausa y la distancia, y todas las fisuras que dejó el silencio.

“Como la afonía del primer intento 
Como el argumento, de una profecía 
Como el primer día, te sigo queriendo”

Ella se deja  ir en la imagen de sus labios interpretando  los años guardados, convalecientes de sus heridas, y su memoria reconoce el idioma de su sosiego.

“Te sigo queriendo, si no lo diría 
Se que no podría con mis sentimientos 
Lo que llevo adentro, se convertiría, 
En una jauría, de remordimientos 
Como el primer día, eres el velero 
La estrella y el viento de mi travesía…”

Ella se deja ir en sus pupilas y su verde intenso, y comparte la lluvia que salpica este bosque haciendo más nítido su verdor y develando sus secretos.

“Mi filosofía, mi apasionamiento 
Mi mejor acento, mi soberanía 
Como el primer día, te sigo queriendo”

Él deja su guitarra, Ella deja los recuerdos y como el primer día, son en un mismo cuerpo, melodía y verso.


https://www.youtube.com/watch?v=W5byswHPYTA&feature=youtu.be

sábado, 1 de marzo de 2014

XXV

Ella tiene nombre… y sueños sin paracaídas. Las manos limpias, el corazón despertando.  Se entrega sin secretos, ofreciendo cada compás de su pecho, los vaivenes de su alegría, los brotes de sus tristezas, sus pasiones y agonías.

Ella tiene pasados infligiendo heridas  y heroicas debutantes sonrisas. Tiene de regreso su intrépido amor a la vida, a la que versa sus misterios, sus milagros, su anarquía.

Ella escapa de sus prisiones, vistiendo de rojo encarnado, alarga las horas de las pasiones, desnudándose despacio.
Se reconoce.
Se escribe.
Abultando las páginas de su historia que osadas y vanidosas, desertan del anonimato.

Ella puede disecar las lágrimas y guardarlas, y recurrir a ellas en los momentos de  despedidas, no teme a la sal de sus fracasos ni al dulzor del firmamento que dibuja en sus manos. Ella es libre de culpas y torturas, del temor a su mente, ya desertó el miedo a sus profecías, mientras fueron cumpliéndose una a una enlodadas de mentiras.

Hoy Ella tiene cuerpo vítreo y otro que suda y se estremece, juega a lanzar sus pupilas al viento, planeando sobre madrugadas y laberintos. Deja como estela, su cabello esparcido.

Ella es instinto, ofrenda y delirio.


Ella tiene nombre, el mío.