"No te me mueras. Voy a pintarte tu rostro en un relámpago tal como eres: dos ojos para ver lo visible y lo invisible,una nariz arcángel y una boca animal, y una sonrisa que me perdona, y algo sagrado y sin edad que vuela de tu frente,mujer, y me estremece, porque tu rostro es rostro del Espíritu.
Vienes y vas, y adoras al mar que te arrebata con su espuma, y te quedas inmóvil, oyendo que te llamo en el abismo de la noche, y me besas lo mismo que una ola.
Enigma fuiste. Enigma serás. No volarás conmigo.
Aquí, mujer, te dejo tu figura."
RETRATO DE MUJER
Gonzalo Rojas



domingo, 21 de noviembre de 2010

XI

Ella abrió los ojos después de soñar su vida durante cuatro décadas consecutivas. Le urgía descubrir el origen de ese aroma que se adhería a sus sentidos, a todos, y se acoplaba a sus instintos.
Lo vio venir entre espejismos, entre imágenes pretéritas, sabía que era porque conocía su ausencia. Y había sido larga, como suelen ser las esperas.
Abrió los ojos y su mirada rebotó en la certeza. Le extendió su piel de amapola, le ofreció sus labios que no callan, y guardó las alas.

- Llegué
- Lo sé

Y anidándose en su cuello le escuchó decir en el eco de dos lágrimas:
- Bienvenida amor, bienvenida otra vez, a casa.