"No te me mueras. Voy a pintarte tu rostro en un relámpago tal como eres: dos ojos para ver lo visible y lo invisible,una nariz arcángel y una boca animal, y una sonrisa que me perdona, y algo sagrado y sin edad que vuela de tu frente,mujer, y me estremece, porque tu rostro es rostro del Espíritu.
Vienes y vas, y adoras al mar que te arrebata con su espuma, y te quedas inmóvil, oyendo que te llamo en el abismo de la noche, y me besas lo mismo que una ola.
Enigma fuiste. Enigma serás. No volarás conmigo.
Aquí, mujer, te dejo tu figura."
RETRATO DE MUJER
Gonzalo Rojas



viernes, 22 de octubre de 2010

X

-Te voy a contar un cuento de princesas, le digo al oído.
-Podemos ser nosotras las hadas?, responde con las pupilas alborotando su rostro.

Cuando ella sacude sonrisas con sus ojos, el dolor se detiene a admirarla.
A ella le duele la vida. Porque la vida le ha herido los sueños, demasiado pronto. Sabe que el dolor quema, más allá del fuego. Sabe que la muerte es insolente aunque aún puede contar sus años con cuatro dedos. A ella le duele la piel y el miedo. Pero se viste el alma de hechicera y crea magia en cada aleteo de sus pestañas y entonces todos los temores agazapados en su pecho se transforman en corceles alados, en unicornios milcolores, y esa lágrima que temblaba en su mejilla me pide que comencemos el vuelo.

- Habia una vez...
- Por qué sólo una?
- Déjame comenzar el cuento, Isabella
- Es que quiero que sean muchas veces...
- Está bien, "Hubo muchas veces..."
- Y habian muchas hadas?
- Si, habian muchas hadas y desde cada rincón de aquel hermoso y encantado bosque salían a cantarte por las noches
- Por eso tengo sueños lindos?
- Con qué sueñas, princesa?
- Que no estoy en esta pieza, que estoy en el mar, que no me duele, que tengo alas y el pelo largo, que estamos juntas, que jugamos en la arena.

.....

- Entonces duerme, le digo, con una lágrima hablándole al oido. Duerme, que las hadas te esperan.