"No te me mueras. Voy a pintarte tu rostro en un relámpago tal como eres: dos ojos para ver lo visible y lo invisible,una nariz arcángel y una boca animal, y una sonrisa que me perdona, y algo sagrado y sin edad que vuela de tu frente,mujer, y me estremece, porque tu rostro es rostro del Espíritu.
Vienes y vas, y adoras al mar que te arrebata con su espuma, y te quedas inmóvil, oyendo que te llamo en el abismo de la noche, y me besas lo mismo que una ola.
Enigma fuiste. Enigma serás. No volarás conmigo.
Aquí, mujer, te dejo tu figura."
RETRATO DE MUJER
Gonzalo Rojas



viernes, 14 de octubre de 2011

XIV

Ella escribió sobre su piel anónima, tatuándose verdades. "Ya no seré la viuda de mi existencia", y arrasó el luto de su cuerpo convirtiendo en trueno sus palabras. Sabía lo que era aún antes de serlo, sabía que sus manos sanaban soledades y que sus miradas eran cómplices del silencio, que podía amar sin excusas ni decorados argumentos, que su espíritu podía volar o aquietarse junto al fuego.

"Estoy aqui, envuelta en carne, tengo fibras, poros, sangre. Tengo sensaciones, fríos, torrentes, humedades. Tengo una vida que clama desde la tierra, una piel que se eriza con el roce del viento, tengo alas transparentes que planean bajo mi oido y sobre los cimientos, tengo la fuerza de la sobrevivencia y la paciencia de la muerte."

No basta con lamer la herida si no se arranca la espina, no son suficientes las lágrimas para limpiar las ruinas, ni el cansancio consigue apurar el término del dia.

Y Ella detuvo con su voz la confusión de la tormenta, calmó el trepidar de sus pupilas con visiones nuevas, envolvió la tempestad con su cuerpo, recorrió hasta el omega del tiempo y aunque quiso volar, decidió aquietarse junto al fuego.