"No te me mueras. Voy a pintarte tu rostro en un relámpago tal como eres: dos ojos para ver lo visible y lo invisible,una nariz arcángel y una boca animal, y una sonrisa que me perdona, y algo sagrado y sin edad que vuela de tu frente,mujer, y me estremece, porque tu rostro es rostro del Espíritu.
Vienes y vas, y adoras al mar que te arrebata con su espuma, y te quedas inmóvil, oyendo que te llamo en el abismo de la noche, y me besas lo mismo que una ola.
Enigma fuiste. Enigma serás. No volarás conmigo.
Aquí, mujer, te dejo tu figura."
RETRATO DE MUJER
Gonzalo Rojas



jueves, 17 de noviembre de 2011

XV

Era invierno,de esos con aroma a manantiales sureños. Caían los días abultados de noches, negociando con las horas que esquivaban el sueño,las caderas demasiado ceñidas y los ojos insomnes, buscando estrellas que fugarían intoxicadas tras del manto del humo citadino.

Sintió el preámbulo del silencio que se acercaba. Ella, la que pisaba fuerte, salió al frío.

Las calles se alfombraban de recuerdos y nostalgias, los faroles desparramando jirones amarillos. Oyó las voces del crepúsculo y olió la madrugada que olía a chocolate tibio. Con el pretexto de ser libre se lanzo a las distancias, y las razones se empollaron en el nido de sus manos desatadas.